Juro que te amo, es una historia de amor, de pasión, de promesas y de intrigas, que tiene como figura central a Violeta Madrigal, una jovencita que vive en el pueblo de Puerta del Cielo junto con su familia compuesta por su padre Amado, su madre Antonia y sus hermanos Julio, Lía y Daniel. La familia Madrigal, durante muchos años fue de las más ricas y reconocidas del pueblo pero, poco a poco lo fueron perdiendo todo, convirtiéndose en una familia venida a menos, la cuál ha tenido que enfrentarse a un sin fin de humillaciones de la misma gente que hace algunos años los quería y respetaba.
Su seguridad y tranquilidad constantemente se verá amenazada por Justino Fregoso, el hombre más rico, más poderoso y más perverso del pueblo que paralelamente a la quiebra de la familia Madrigal, se fue haciendo de dinero a través de negocios sucios y tratos ilícitos que beneficiaron al por mayor su bolsillo y atentaron contra la estabilidad de la Empresa de Cobre, el negocio familiar que mantenía a la familia Madrigal. Amado, siempre le adjudicó su desgracia a Mariano Lazcano su primo, ya que éste, siendo socio de él en la Orfebrería, decide retirar todo su capital cuando Antonia, rompe su relación de noviazgo con él para casarse con Amado, argumentando que es el hombre al que realmente ama. Con el paso de los años, Amado se fue cargado de odio y resentimientos hacia Mariano, situación que transmitió a sus hijos, principalmente a Julio y Violeta, a los cuáles les hace jurar en su lecho de muerte que van a salir de la pobreza sea como sea, sin olvidarse nunca que Mariano es el causante de su mala suerte, ignorando que éste hombre adinerado, al cuál juzgan y odian, sufre en silencio por el amor de Antonia, a la cuál no ha dejado de amar, a pesar de que está casado y tiene un familia que mucho se aleja de lo que una vez soñó, ya que su esposa Leonora y sus hijos, Renato, Pablo e Ivana están tan ocupados en satisfacer sus propias necesidades, que se han olvidado de querer al hombre que les ha dado todo, convirtiéndose cada uno de ellos en extraños dentro de su propia casa.
Desde la muerte de su padre, la vida de Violeta no será nada fácil, ya que tendrá que conseguir lo que prometió, luchando contra todas las adversidades que la vida misma se ha encargado de poner en su camino, siendo uno de sus principales obstáculos para ser feliz, Mariela Fregoso, hija de Justino y Malena y su principal enemiga, la cuál hará de Violeta blanco de sus humillaciones, ya que a pesar de que no pude competir con ella por su belleza, distinción y principios morales, podrá hacerlo gracias al dinero del que ahora se beneficia. Y, aunado a esto se convertirá en su competencia y rival para conseguir el amor de Maximiliano, un joven seductor, trepador y de pocos escrúpulos, del cuál Violeta cree estar enamorada, hasta que conozca a José María, un joven simpático, trabajador y bonachón, que desde el primer momento en que ve a Violeta, queda convencido de que es la mujer que ha estado esperando toda la vida y luchará por conquistarla.
En el transcurso de la historia, Violeta tendrá que debatirse entre estos dos amores ya que por un lado, Maximiliano a base de mentiras, disfrazadas de encanto, sinceridad y buenas intenciones la envolverá y seducirá, pero por otro lado José María, mostrándose tal cuál es, generoso, soñador y lleno de amor, siempre estará a su lado para apoyarla, situación que será incapaz de ver Violeta, ya que está cegada creyendo que su corazón le pertenece precisamente al hombre equivocado. A través de errores y aciertos, de sufrimientos y de alegrías, Violeta aprenderá a reconocer y a aceptar el verdadero y único amor, que la vida le tiene preparado para ella.
Mientras esto sucede, Violeta es testigo de episodios desgarradores en la vida de su madre y hermanos, cuando no les queda más remedio que dejar su pueblo natal para irse a vivir a casa de los Lazcano, en donde Fausta Zuluaga, tía de Leonora, les hará ver su suerte, a través de intrigas, humillaciones y juegos macabros, con la única intención de divertirse y sacarlos de ahí. Cada uno de los Madrigal, tendrá que asumir la responsabilidad de su propia vida, con errores y aciertos, sin olvidar nunca, que lo único que los mantendrá con la cabeza en alto es el amor y la unión familiar.
Juro que te amo es una historia de amor, del amor en todas sus facetas: el amor de jóvenes adultos, ciego y abrumador, amores eternos que se clavan en el corazón y que duran para siempre, como es el amor entre Antonia y Mariano. Amores obsesivos como el de Justino hacia Antonia. Amores jóvenes, como el de Violeta hacia Maximiliano, pasional y tormentoso. Amores incondicionales y sublimes como el de José María hacia Violeta. Amores silenciosos y sacrificados como el amor entre Lía y Pablo. Amores que se burlan y traicionan como el de Renato hacia Lía, a través de los cuáles los personajes aprenderán a crecer, a entregarse sin medida, a darlo todo, a confiar, a olvidar, a perdonar y a dejarse invadir por el amor
Su seguridad y tranquilidad constantemente se verá amenazada por Justino Fregoso, el hombre más rico, más poderoso y más perverso del pueblo que paralelamente a la quiebra de la familia Madrigal, se fue haciendo de dinero a través de negocios sucios y tratos ilícitos que beneficiaron al por mayor su bolsillo y atentaron contra la estabilidad de la Empresa de Cobre, el negocio familiar que mantenía a la familia Madrigal. Amado, siempre le adjudicó su desgracia a Mariano Lazcano su primo, ya que éste, siendo socio de él en la Orfebrería, decide retirar todo su capital cuando Antonia, rompe su relación de noviazgo con él para casarse con Amado, argumentando que es el hombre al que realmente ama. Con el paso de los años, Amado se fue cargado de odio y resentimientos hacia Mariano, situación que transmitió a sus hijos, principalmente a Julio y Violeta, a los cuáles les hace jurar en su lecho de muerte que van a salir de la pobreza sea como sea, sin olvidarse nunca que Mariano es el causante de su mala suerte, ignorando que éste hombre adinerado, al cuál juzgan y odian, sufre en silencio por el amor de Antonia, a la cuál no ha dejado de amar, a pesar de que está casado y tiene un familia que mucho se aleja de lo que una vez soñó, ya que su esposa Leonora y sus hijos, Renato, Pablo e Ivana están tan ocupados en satisfacer sus propias necesidades, que se han olvidado de querer al hombre que les ha dado todo, convirtiéndose cada uno de ellos en extraños dentro de su propia casa.
Desde la muerte de su padre, la vida de Violeta no será nada fácil, ya que tendrá que conseguir lo que prometió, luchando contra todas las adversidades que la vida misma se ha encargado de poner en su camino, siendo uno de sus principales obstáculos para ser feliz, Mariela Fregoso, hija de Justino y Malena y su principal enemiga, la cuál hará de Violeta blanco de sus humillaciones, ya que a pesar de que no pude competir con ella por su belleza, distinción y principios morales, podrá hacerlo gracias al dinero del que ahora se beneficia. Y, aunado a esto se convertirá en su competencia y rival para conseguir el amor de Maximiliano, un joven seductor, trepador y de pocos escrúpulos, del cuál Violeta cree estar enamorada, hasta que conozca a José María, un joven simpático, trabajador y bonachón, que desde el primer momento en que ve a Violeta, queda convencido de que es la mujer que ha estado esperando toda la vida y luchará por conquistarla.
En el transcurso de la historia, Violeta tendrá que debatirse entre estos dos amores ya que por un lado, Maximiliano a base de mentiras, disfrazadas de encanto, sinceridad y buenas intenciones la envolverá y seducirá, pero por otro lado José María, mostrándose tal cuál es, generoso, soñador y lleno de amor, siempre estará a su lado para apoyarla, situación que será incapaz de ver Violeta, ya que está cegada creyendo que su corazón le pertenece precisamente al hombre equivocado. A través de errores y aciertos, de sufrimientos y de alegrías, Violeta aprenderá a reconocer y a aceptar el verdadero y único amor, que la vida le tiene preparado para ella.
Mientras esto sucede, Violeta es testigo de episodios desgarradores en la vida de su madre y hermanos, cuando no les queda más remedio que dejar su pueblo natal para irse a vivir a casa de los Lazcano, en donde Fausta Zuluaga, tía de Leonora, les hará ver su suerte, a través de intrigas, humillaciones y juegos macabros, con la única intención de divertirse y sacarlos de ahí. Cada uno de los Madrigal, tendrá que asumir la responsabilidad de su propia vida, con errores y aciertos, sin olvidar nunca, que lo único que los mantendrá con la cabeza en alto es el amor y la unión familiar.
Juro que te amo es una historia de amor, del amor en todas sus facetas: el amor de jóvenes adultos, ciego y abrumador, amores eternos que se clavan en el corazón y que duran para siempre, como es el amor entre Antonia y Mariano. Amores obsesivos como el de Justino hacia Antonia. Amores jóvenes, como el de Violeta hacia Maximiliano, pasional y tormentoso. Amores incondicionales y sublimes como el de José María hacia Violeta. Amores silenciosos y sacrificados como el amor entre Lía y Pablo. Amores que se burlan y traicionan como el de Renato hacia Lía, a través de los cuáles los personajes aprenderán a crecer, a entregarse sin medida, a darlo todo, a confiar, a olvidar, a perdonar y a dejarse invadir por el amor